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El ministerio de damas de nuestra iglesia es un espacio de apoyo y crecimiento espiritual para las mujeres, enfocado en fortalecer su fe, edificar relaciones significativas, capacitarlas bíblicamente y fomentar su servicio tanto dentro de la iglesia como en la comunidad, siguiendo principios bíblicos de unidad, amor y propósito divino.
Su meta es que cada mujer de la congregación alcance su potencial en Cristo, enseñando a las más jóvenes y promoviendo una feminidad piadosa.

Propósitos y objetivos claves:

  • Crecimiento espiritual: Alimentar y nutrir la fe de las mujeres a través del conocimiento de Cristo y Su palabra.

  • Discipulado: Guiar a mujeres jóvenes y maduras, siguiendo el modelo bíblico, especialmente como se enseña en Tito 2:3-5.

  • Comunión: Crear un ambiente de apoyo para que las mujeres formen relaciones profundas y significativas.

  • Servicio: Brindar oportunidades para que las mujeres sirvan a Dios y a otros, tanto dentro de la iglesia como en la comunidad.

  • Capacitación: Enseñar habilidades prácticas y bíblicas, así como los principios de la feminidad bíblica.

  • Unidad y apoyo: Fortalecer los lazos entre las mujeres y dentro de la iglesia, fomentando la unidad y el amor incondicional.

Funciones y actividades comunes:

  • Reuniones y estudios: Grupos de mujeres que se reúnen para estudios bíblicos y crecimiento personal.

  • Eventos y retiros: Actividades diseñadas para la disciplina espiritual, la comunión y el aprendizaje.

  • Mentoría: Mujeres mayores que guían y comparten su experiencia con las más jóvenes.

  • Servicio comunitario: Involucrarse en proyectos de servicio para la comunidad.

  • Evangelización: Compartir el poder transformador del evangelio con otras mujeres.

Importancia:

  • Es una herramienta esencial para el crecimiento integral de la iglesia, permitiendo que las mujeres ejerzan su llamado y aporten sus dones.

  • Aborda las necesidades específicas de las mujeres, sirviendo como un recurso bíblico para su desarrollo en diferentes etapas de la vida.

  • Fomenta un cambio cultural positivo al capacitar a las mujeres para ser agentes de cambio.

Nuestra iglesia ordena pastores, ancianos, y diáconos varones. Sin embargo, las mujeres participan en todo tipo de ministerios: ministerio de alcance, de enseñanza a otras mujeres, las misiones, la misericordia, la administración, la hospitalidad, finanzas, el ministerio a los niños, y evangelismo. Si bien puede que no tengamos roles ordenados, valoramos grandemente las áreas en las que servimos.

Cuanto más he viajado a una variedad de iglesias, más me he dado cuenta de que muchas mujeres tienen dificultades para saber cómo utilizar sus dones. Algunas se preguntan si su servicio tiene valor o importancia. Estas mujeres abrazan la enseñanza complementarianista, pero muchas veces no saben lo que eso significa en su papel en la iglesia.

El ministerio de mujeres dentro de cualquier congregación es vital para la fuerza de todo el cuerpo. Si la mitad de la iglesia no tiene conocimiento de cómo utilizar sus dones, o incorrectamente cree que el estudio en profundidad de la verdad teológica es solo para hombres, entonces nuestras iglesias van a sufrir. Escribo como una hermana que ama a la iglesia y quiere ver que todos sus miembros florezcan.

¿Las mujeres en su congregación tienen la oportunidad de utilizar sus dones espirituales?

En muchas iglesias, mucho tiempo es dedicado a explicar los diferentes roles de hombres y mujeres. Estoy de acuerdo con la necesidad de este tipo de enseñanza y formación. Sin embargo, también es importante preguntarse: ¿es el mismo tiempo dedicado a ayudar a las mujeres a comprender sus dones espirituales y animarlas a utilizarlos dentro de la iglesia? ¿Su iglesia proporciona a las mujeres oportunidades para hacer crecer sus dones al utilizarlas en el servicio de una gran gama de ministerios? ¿Las mujeres tienen formas en las que pueden servir al cuerpo en las áreas de finanzas, misericordia, liderazgo, hospitalidad, consejería, evangelismo, administración, y enseñanza?

¿Están las mujeres mayores enseñando a las más jóvenes?

Tito 2 ofrece instrucción en cuanto a la importancia de la sana doctrina dentro de la iglesia. Un método en el que Pablo instruye a Tito es el alentar a las mujeres piadosas mayores a que enseñen a las mujeres más jóvenes. El ministerio de mujeres dentro de la iglesia primitiva fluía de la instrucción y la dirección de los pastores. Pablo entendió la importancia de las mujeres que aprenden de otras mujeres como parte de la salud general de la iglesia. ¿Están las mujeres mayores piadosas entrenando a las más jóvenes? ¿Su iglesia proporciona oportunidades de enseñanza para las mujeres? ¿Su liderazgo tiene un plan para fomentar el discipulado femenino dentro de la iglesia?

Una de las mayores influencias en el crecimiento espiritual proviene de los libros que leemos. ¿Quiénes son las autores de sexo femenino que puede recomendar y promover dentro de su congregación? A veces, los hombres y las mujeres utilizan inadvertidamente materiales que enseñan doctrina contraria a las enseñanzas de su iglesia o denominación.
Los mejores estudios que podrá hacer siempre son los que haga con la Biblia abierta comparando que todo lo que lee concuerde en un 100% con la Palabra de Dios.

A menudo, el ministerio de las mujeres dentro de la iglesia es invisible. Muchas mujeres líderes derraman fielmente sus vidas a la enseñanza de estudios de la Biblia, la organización de retiros, compartir el evangelio, proporcionar un consejo sabio, la oración por la iglesia, y el servicio en humildes actos de cuidado a otros. Tomarse el tiempo para preguntar y alentar a las mujeres en su servicio será una bendición para ellas y para toda la congregación. Como el escritor de Hebreos exhorta, “consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras… animémonos los unos a los otros” (He. 10:24). Las palabras de aprecio de un pastor, anciano, o diácono tienen el poder para impulsar el servicio a Dios.

Una de las bendiciones que he experimentado es que nuestros pastores toman el tiempo para instruir y capacitar específicamente a nuestras mujeres en verdades teológicas sobre una variedad de temas. En múltiples ocasiones, nuestro pastor me ha dicho que es un deleite para él el enseñar a las mujeres, por su gran compromiso reflexivo en temas bíblicos, así como sus preguntas bien pensadas. En lo personal, puedo decir que crecer en mi comprensión de la teología ha afectado y bendecido cada área de mi vida. Proporcionar oportunidades para entrenar y enseñar a las mujeres (o alentar a las mujeres en medio de ti a considerar ir al seminario) comunica que tal conocimiento es importante para las mujeres, y proporciona a la iglesia una base sólida de maestras.

Es precisamente porque reconocemos las diferencias entre hombres y mujeres que nuestras iglesias deben valorar el tener las mujeres en los equipos de su personal. Las mujeres tienen la capacidad de ayudar a proporcionar perspectiva, visión, y experiencia para ayudar a la iglesia en una variedad de formas. Una mujer en su personal puede dedicar su tiempo a la investigación y el desarrollo de estudios de la Biblia teológicamente ricos, el fomento y apoyo de otras líderes femeninas, y a ayudar a los ancianos mientras pastorean a las mujeres en medio de ellos. La enseñanza complementarianista en realidad se presta a la inclusión en los equipos de personal porque valoramos y celebramos las distinciones que ofrece cada género.

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